"Honor y gloria a la filosofía", arenga el cómico italiano Leo Bassi mientras muerde una manzana y la ofrece a los espectadores para llevarlos por el camino de la reflexión. Las ideas de La revelación fueron incluso publicadas en forma de libro dos años después del estreno de la obra en 2005 y los sucesivos ataques. En dos horas de espectáculo, Bassi pone el cuerpo, y disfrazado de Papa o predicador, apela a la razón pero sobre todo al humor como estrategia para retrucar los argumentos bíblicos. Lo lleva en la sangre: tras seis generaciones de antepasados bufones y una familia circense que lo llevo a debutar a los 7 años, con esta pieza performática pondera la libertad de reír de todo, incluso de sí mismo.

El polémico e irreverente Leo Bassi procede de una familia italiana e inglesa dedicada desde 1840 a la actividad circense. Un antepasado suyo luchó al lado de Garibaldi y creó uno de los primeros circos modernos de la Toscana. Su abuelo británico, Jimmy Wheeler,​ era una de las estrellas del London Palladium y uno de los pioneros de la comedia en televisión, en los primeros años de la BBC. Su padre, Leo Bassi senior, era un renombrado malabarista que trabajó en los Estados Unidos (donde nació Leo en 1952) con artistas como Groucho Marx, Louis Armstrong y Ed Sullivan.