El talento indiscutible de Gabriel Chame Buendía se pone de manifiesto en esta obra, una tragicomedia que describe un ajetreado día en la vida un hombre.

Su existir es un viaje interminable en tren, en avión, en taxi... el llegar y el estar ya próximo a partir, sin detenerse, muestran a ritmo acelerado que su vida es solo hacer, hacer, hacer- revisar su correo, escuchar los mensajes en el teléfono, hablar con su madre, tratar de dormir-, y siempre correr, correr, correr entre las cuatro paredes de una habitación.

Con escenas que mueven a risa y otras que nos hacen reflexionar sobre el estrés cotidiano que afronta el personaje, la obra de Gabriel Chame Buendía y Alain Grautre; con vestuario de Cecilia Alassia y Gabriel Chame Buendía; y con escenografía e iluminación de Jorge Pastorino, refleja, en clave de clown, las presiones que, cotidianamente, afrontamos cada uno de nosotros.